Descripción general
Los picos rocosos alcanzan aproximadamente 50 m de altura, se encuentran dispersos en una superficie de que cubre cerca
de 20 ha, se levantan sobre las curvas de la montaña de páramo de pajonal donde sopla el viento de manera continua y
fuerte.
En el lugar se encuentran especies de flora propias del páramo como la chuquiragua (Chuquiragua jussieui), quishuar
(Buddleja incana), pumamaqui (Oreopanax ecuadorensis), chilca (Baccharis latifolia), yagual (Polylepis sp.), mortiño
(Vaccinium floribundum), achupallas (Puya spp), entre otros; especies de fauna como conejos silvestres (Silvilagus
brasiliensis), chucuris, raposas, lobos de páramo, entre otros; aves de altura como el curiquingue (Phalcoboenus
carunculatus), gligle (Vanellus replendns), gaviota andina (Larus serranus), gavilanes y el colibrí.
El entorno está compuesto por varias estructuras de picos rocosos, formadas por la acción de los factores climáticos y
ambientales, aunque gente que ha recorrido el lugar durante mucho tiempo, asegura la existencia de pasajes y caminos
empedrados, los mismos que se supone han sido realizados por el hombre, así como una gran plaza y arcos.
Se encuentra ubicado a 8 km de la parroquia, ascendiendo la cordillera al noroeste de la cabecera parroquial, el sitio
denominado como el Chivo, adquiere su nombre gracias a una de las singulares formaciones rocosas que asemejan la
figura de un chivo.