Descripción general
En el sitio se han identificado restos de antiguas construcciones e intervenciones en las cumbres de las montañas con
canales que las rodean, las mismas que se asemejan a “churos” con restos de piedra que se pueden observar hasta la
actualidad.
El Churo Pucará, que da el nombre al sector de Churolozan, tiene cerca de 400 m de longitud desde los puntos más
extremos de su base, y en la zona más ancha 80 m, el lugar tiene una orientación oeste-este. Se lo identifica como una de
las fortalezas que en la antigüedad formaron parte del Sistema Defensivo de Angamarca. Se dice que las fortalezas de
Angamarca estuvieron dedicadas a un estricto empleo bélico, destacándose la construcción completa de Churo Pucará, no
fueron construidas por los Incas y tampoco ellos ejercieron influencia sobre estas, ya que antes de su llegada las fortalezas
ya existían. Cabe manifestar que en donde no había estas fortificaciones el Inca mandó a construir sus albarradas y cercas
fuertes llamadas también Pucarás.
Las fortalezas de Angamarca están construidas por varias terrazas elípticas o circulares concéntricas y artificiales,
delimitadas y sostenidas por muros de piedra en los “copetes” de los cerros o montañas, como es el caso de Churo Pucará
y Milín Bajo. Algunas fortalezas presentaban pasadizos que permitían y facilitaban el desplazamiento oculto de los
defensores que se trasladaban de una terraza a otra. Además de los canales se encuentran plataformas de hasta 6 m de
ancho con taludes que llegan a medir hasta 2 m de altura, y siguen el mismo contorno de la montaña. En el lugar se
identifican tres plataformas superiores ubicadas en las cumbres naturales de la montaña, al lado oriental tiene además un
canal que separa una plataforma de la otra.
Al lado occidental, dos plataformas se identifican claramente, estos son espacios cuadrados o rectangulares; la plataforma
inferior claramente definida se encuentra al lado noroccidental y es de aproximadamente 20 m de largo por 15 m de ancho.
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Se encuentra ubicado en la cordillera al lado sur de la parroquia Angamarca, a 9 km de la cabecera; por el lugar atraviesan
diferentes senderos antiguos, uno de los cuales se dirige al lado occidental, donde se encuentra un churo de menores
dimensiones, pero de una estructura más definida.
En términos generales, explica Yolanda Navas que las fortificaciones de Angamarca “se encuentran en las divisiones de
los Ríos Finanbí y Angamarca, y entre San Francisco y El Chuquiraguas, resaltando la alineación en dos columnas en
sentido este a oeste que, según la autora, se cierra en media parábola con las fortalezas de Apahua y Zumbahua. Al norte,
en el sector de Guambaine se ubica la fortaleza de Muñuna; al frente hacia el noroccidente están las fortalezas de Mayhua
Pucará y a 2 km de ahí se encuentran las Ruinas de Inga Pirca o Yatas del Inca. Hacia el oriente, por el camino de entrada
a Angamarca viniendo desde el cerro Casahuala se encuentran las fortalezas de Milín Alto y Milín Bajo, por ese mismo
horizonte se hallan las de Pagachi y Julián Tiana, que ubicadas sobre la única vía de comunicación de la Provincia de
Tungurahua con Angamarca, eran las encargadas de vigilar el paso, resistir si era el caso y de ahí replegarse por la
cordillera de Lozán hacia el portal de Cholo Huañuna y finalmente retroceder hacia Angamarca. Al sur, se ubica la
fortaleza Churo Pucará considerada la más grande y completa, mientras que a 4 km hacia la población actual de
Angamarca se ubica la fortaleza de Paya Pucará. Como cerrando el sistema defensivo de Angamarca a la altura del Churo
Pucará y Paya Pucará siguiendo la misma cordillera rumbo a la zona costera, se hallan asentadas las fortalezas adyacentes
y co-estratégicas de Punta Urco, Churo de Panyato, Padre Huasi y Quishpe. La arquitectura militar quiteña en los tiempos
precolombinos supo realizar estos trabajos en función de las necesidades de la táctica militar, y es así como ante la
necesidad de evitar todo avance enemigo hacia Angamarca se construyeron subsistemas comunicados entre sí.